Fue hace como 40 años, solíamos viajar cada fin de semana a Yuma Ariz. a atender la iglesia allá, siendo una pequeña ciudad donde la mayoría trabajaban en el campo, solían ir a dormir muy temprano ya que su labor empezaba a las 4 o 5 am. así que las actividades en la semana casi no tenían asistencia así que no teníamos, sin embargo, el fin de semana toda actividad en la iglesia funcionaba muy bien. Ese día íbamos a tener una cena de matrimonios en la tarde, y nosotros íbamos retrasados el día anterior había mi esposo tenido mucho trabajo extra en el hospital ( ya que es doctor en medicina )yo había tenido también trabajo extra ya que había tenido que asistir a junta del colegio de mis hijos (entonces unos niños) ya a hacer pagos al banco además de lo rutinario, así que ambos íbamos aun cansados del día anterior, y por tal causa habíamos salido tarde de la casa.
El viaje de la casa a la ciudad de Yuma era de cerca de 3 horas, antes de llegar a ella, mas o menos estaba otra ciudad más o menos importante (los demás eran lugares muy pequeños) que se llamaba EL CENTRO y pertenecía al estado de California, mientras Yuma pertenecía a Arizona. Cuando veíamos que ya pasábamos a un lado del Centro solo quedaba como 100 millas o sea mas o menos una hora para llegar a Yuma.
Al salir de casa vimos la hora y eran las 11.15 am, lo cual calculando las horas de viaje el tiempo en tomar el lunch y llegar a la reunión de parejas, nos dejaba muy poco margen para descansar, apenas el tiempo necesario para cambiarnos de ropa y acudir a la reunión, así que además del cansancio, apenas teníamos tiempo de algo, lo que no nos daba un margen de descanso. Era agobiante el solo pensarlo.
ASÍ íbamos como apenas a media hora de camino cuando sentí mucho sueño, mi esposo iba manejando y yo me quede dormida, desperté un tiempo después que se me hizo largo, sentí que había dormido mucho, mire hacia afuera del auto y observe el paisaje y observe que estábamos acercándonos a la ciudad del “Centro California “por lo que le dije a mi esposo = querido. ¿Me dormí mucha verdad? = y el me contesto= NO, para nada apenas llevabas como unos 20 minutos, = NO PUEDE SER CONTESTE YO. NO PUEDE SER. = Por qué? Me pregunto= porque ya estamos pasando por las afueras de la ciudad del “Centro California”, = NO PUEDE SER =contesto él. = MIRA HACIA AFUERA le dije y en ese momento pasamos por un letrero ya conocido para nosotros que decía YUMA 100 MILLAS. “NO PUEDE SER” dijo mi esposo, pues qué hora es.? Y vimos el reloj del auto y marcaba 12.10 pm. ¿Cómo? QUE NO SALIMOS a las 11. ¿Mas o menos? No puede ser esa hora, me dijo. Y se fijó en su reloj de su muñeca y yo hice lo mismo, y efectivamente esa hora era. Guardamos silencio ambos pensando en lo que había pasado, no entendíamos, = seria la hora que salimos de casa correcta= SI, le conteste, porque estábamos calculando si llegaríamos a tiempo a la reunión, e incluso habíamos llamado a uno de nuestros líderes para avisarle que, en caso de retrasarnos a la reunión, pusieran la cena primero y luego daríamos el mensaje. ASÍ QUE NO HABÍA DUDA DE LA HORA EN QUE SALIMOS, Y HABÍA CONSULTADO EN MI RELOJ DE PULSERA, EL MISMO QUE TRAÍA. Veníamos pensando y platicando de lo ocurrido, ya así llegamos a Yuma, fuimos a comer algo con los niños y luego a casa donde pudimos descansar un poco, sobre todo mi esposo que había conducido ya que yo me había dormido un rato, no podíamos dejar de pensar y preguntarnos que había pasado. ASÍ QUE TUVIMOS TIEMPO DE DESCANSAR, llegando puntual a la reunión de matrimonios, salimos de ahí a dormir y ya después pudimos meditar con calma, QUE HABÍA PASADO, y llegamos a la conclusión que el DIOS TODOPODEROSO había solucionado todo, había acudido a nuestra ayuda y nos había trasladado como a Felipe. Ahorrándonos tiempo para poder descansar antes de la reunión y llegar a tiempo. A EL SEA LA GLORIA. EL ES EL MISMO AYER HOY Y POR LOS SIGLOS. Amén
