NIÑO SE LEVANTA

En una ocasión era sábado y estábamos visitando a una hermanita viuda, estábamos tomando el lunch en su casa, era un día de verano y hacía mucho calor, estábamos disfrutando la comida y la compañía, cuando recibimos una llamada telefónica, la hnita, respondió el teléfono y oyó una voz angustiada que decía “oren uno de los niños cayo a la piscina, lo encontramos flotando, no parece respirar, su papa lo esta atendiendo , ya llamamos a los paramédicos y ya vienen en camino oren, oren “ su voz denotaba la angustia.
Resulta que unas de las familias de la iglesia, se habían reunido en una de las casas que tenía piscina. Estaban los niños nadando mientras los adultos varones veían la tv, y las mujeres estaban preparando la mesa y los alimentos: fueron a decirles a los niños que salieran de la piscina y se vistieran. Aparentemente todos se fueron a vestir dentro de la casa. No se vio a nadie más en la alberca. Paso un rato y todos llegaron al comedor. y empezaron a sentarse a la mesa dispuestos a comer, cuando notaron la ausencia de uno de los mas pequeños, Entonces todos corrieron a la piscina y vieron la puerta que dividía la piscina del jardín abierta. Evidentemente habían olvidado cerrarla y el pequeño tal vez regreso a la piscina sin que lo notaran. Pues se veía un cuerpo pequeño flotando. Corrió el papa a sacarlo y lo puso en el piso y procedió a darle los primeros auxilios. Mientras alguien llamaba a la ambulancia y los paramédicos, otros lloraban, y otros oraban, y de entre ellos, alguien recordó donde estábamos y nos llamo por teléfono.
Nosotros en cuanto recibimos la llamada nos pusimos a orar, fue una oración sencilla y corta. Y procedimos a salir hacia el lugar de los hechos. Llegamos rápido pues no estaba muy lejos, íbamos aturdidos solo seguíamos orando por el camino, la oración solo decía dentro del auto, LEVANTALO SEÑOR LEVANTALO, MUESTRA TU PODER Y AMOR, LEVANTALO.
Llegamos esperando lo peor y preparándonos para consolar a la familia, Al llegar vimos retirarse ya la ambulancia, estacionamos el auto y entramos a la casa, adentro todo eran grito y confusión, pero en ves de encontrar gritos de dolor, gritaban GLORIA A DIOS, GRACIAS SEÑOR, y cosas parecidas, algunos lloraban, y los padres del niño, lo abrazaban llorando. Lo que ocurría es que cuando llegaron los paramédicos, el niño ya respiraba, lo revisaron y lo hallaron bien, un poco frio y asustado, ya había arrojado por la boca agua, con los auxilios que su papa le había dado. La pregunta era: ¿QUE PASO? ¿Cuánto tiempo había pasado en la piscina? ¿Cuánto tiempo estuvo sin respirar? No había respuestas a estas preguntas, solo podían todos dar gracias a Dios, y glorificarle, EL LO LEVANTO.
Al otro día en el culto todos estábamos agradecidos con Dios, fue un culto muy emotivo, ya que la noticia se había regado y la mayoría ya sabían lo que había pasado.
Nunca olvidare ese día, una oración sencilla, un clamor que solo decía LEVáNTALO SEÑOR había sido contestado. NADIE COMO NUESTRO DIOS. Amén

Puerta del cielo de la voz en el desierto