¿SE DEBE CREER EN LA BIBLIA AUN CUANDO HA SIDO ESCRITA POR HOMBRES?

Arturo Peña Rodriguez

Algunas personas no creen en la veracidad de la Palabra de Dios plasmada en la Biblia por el hecho de no “haber sido escrita por el puño y letra de Él”; y, al estar escrita por seres humanos, indican que, además de estar “llena de errores”, posiblemente una o más personas “añadieron algunos textos en la Sagrada Biblia”, ¿esto es correcto? Sencillamente, no.Lo que debemos tener en mente es que el hecho que Dios no haya usado su puño y letra para escribir la Biblia, no significa que los Libros no sean de su autoría. Por ejemplo, el autor de “Romanos” fue Pablo; sin embargo, quien redactó ese Libro fue Tercio (lo puedes corroborar en Romanos 16:22).La explicación es sencilla: Dios no escribió con su puño y letra, pero sí inspiró y autorizó para que los hombres escribieran usando su nombre (como cuando recibes una carta firmada por tu jefe, pero fue otra persona quien la redactó expresando lo que él quería decir, ¿o no?)

¿CÓMO PODEMOS CREER EN LA AUTORÍA DIVINA DE LA BIBLIA?

La Biblia nunca se contradice, fue el mismo Jesús quién confirmó, a través de los Evangelios y muchas Parabolas que todo había sido escrito de forma correcta y certera. ¿Conoces algún otro libro con antigüedad de 1600 años, escrito en tres lenguajes diferentes y con llegada a tres continentes tan exacto y perfecto como la Biblia?📷Si decimos que la Biblia tiene errores porque ha sido escrita por humanos, también podemos decir que la frase “La Biblia tiene errores” puede no ser verdad, porque proviene de una conclusión humana, ¿lo entiendes?Hay que tener claro que es posible el error humano, pero no es necesario; es decir, no todo lo que el ser humano dice y hace tiene errores: las leyes de la termodinámica, la matemática y el cálculo fue escrito por el hombre, son pensamientos humanos, y esto no implica que sean un error.Dios, el autor divino de la Biblia, protegió a los hombres que escribieron los Libros de la Biblia de errores mientras realizaban la redacción. Dios pudo colocar su pensamiento y poder en manos de los hombres y hacer que escriban los mensajes que quería trasmitir generación tras generación.

Puerta del cielo de la voz en el desierto